ASP

¿HASTA CUANDO AGUANTAREMOS LA CORRUPCIÓN SINDICAL?

Creo que es necesario un análisis sobre este fenómeno. ¿Como es posible que sigan siendo mayoritarios los sindicatos de siempre, pese a que no trabajan para el trabajador?, ¿por que continúan siendo votados?, ¿cual es su función actual?.

Estos grandes -solo en tamaño- sindicatos mayoritarios hace décadas que perdieron lo que les daba sentido, lo que los definía. Ya hace muchos años que dejaron de hacer sindicalismo y de defender a los trabajadores, para convertirse en las grandes empresas subvencionadas que son hoy. Hoy día su estructura y organigrama es completamente empresarial. Contratan y despiden trabajadores -no siempre procedentemente-, se expanden físicamente, aumentan sus riquezas, y se lucran con los despidos por el sistema de ERE. Además reciben cantidades indecentes de dinero -hablamos de muchos millones de euros anuales- procedentes de los impuestos de los trabajadores a los que no representan ni quieren ser representados por ellos.

En el sector que nos compete -el de la seguridad privada- funcionan igual que en el resto de sectores, cuando no peor. Todos los habilitados tenemos la certeza de que nos traicionan en cada negociación de convenio -en cada uno hemos empeorado respecto del anterior-, sentimos que cuando los necesitamos por algún problema serio, nos fallan y nos dejan desamparados frente a los abusos de las empresas. Nos piden nuestro dinero y nuestro voto, pero es todo lo que quieren de nosotros.

Todos conocemos casos de dirigentes de sindicatos corruptos, todos sabemos que están vendidos -por migajas- a las patronales, todos sabemos que su única preocupación es su bienestar particular y personal, procurándose liberaciones en no pocas ocasiones ilegales, y sobresueldos repugnantes. ¿Por que les seguimos votando?

La explicación creo que pasa por el hecho de que una inmensa mayoría de compañeros no se entera del día en que se debe votar; un porcentaje de los que están enterados pasan de ir a votar porque están asqueados de lo que hacen los sindicatos de siempre, y al final terminan votando cuatro gatos, la mayoría los propios miembros de los sindicatos que se presentan. Así pues no es de extrañar que siempre salgan los mismos "representantes".

Resulta que de entre las formaciones que siempre salen elegidas se encuentran las dos mas subvencionadas -y desprestigiadas- y las que o bien son directamente creación de las empresas y están compuestas por lameculos al servicio de éstas, o bien son formaciones creadas por desertores de las mas subvencionadas que buscan su trozo de pastel y una vez obtienen representación, se venden a las empresas traicionando a los trabajadores.

Para obtener la representación que supone ser elegido delegado sindical y sumar todos los posibles, no escatiman en ruindad, bajeza y corrupción. Ejemplos de esto los tenemos en cada una de las elecciones importantes -y las no tan importantes- como en el reciente caso de las celebradas en la empresa Prosegur, donde dos sindicatos, uno de la patronal y otro vendido a la patronal, no dudaron en gastarse el dinero de sus afiliados -un dinero que no les pertenece- y sin consultarles, en la compra de relojes de baratillo que regalaban a cambio de los votos. Una de esas formaciones los regalaba conjuntamente con la papeleta en la misma puerta de la sala de votaciones. La otra los ofrecía para ser recogidos justo después en su sede, y lo vino anunciando mediante mensajes de móvil días antes. Unos mensajes que no usa para informar de cosas útiles a los afiliados. Esto solo es un botón de muestra de las miserias sindicales que nos abochornan, pero va mucho mas allá. Los mas que sospechosos y desproporcionados 209 candidatos presentados en las listas de una de esas formaciones que regalan relojes pagados por los afiliados, no se los cree nadie.

Al final se trata de que las empresas -como los gobiernos- tengan a los sindicatos domesticados y a su servicio, como viene ocurriendo desde hace décadas. Eso explica los convenios de mierda que vamos padeciendo, que pasemos dos años sin uno, que nos roben las subidas salariales de esos dos años y gran parte de los siguientes dos, que se produzcan abusos y excesos por parte de las empresas mientras los sindicalistas que deben combatirlos miran para otro lado, y un largo etc. de despropósitos que no podemos negarlo, nosotros los trabajadores consentimos sin mover un dedo.

Así nos encontramos con puestos de trabajo sin lugares donde cambiarnos, sin WC, sin descansos, expuestos a peligro de muerte, y así nos están matando, nos están apalizando, nos están dejando de pagar hasta los salarios (ESABE es un peculiar ejemplo), nos están acojonando con la amenaza del despido y la puñetera crisis parta obligarnos a realizar nuestro trabajo en condiciones precarias e incluso inhumanas.

¿Hasta cuando vamos a consentirlo?, ¿cuanto vale nuestra dignidad?, ¿la tenemos?, ¿por que no les paramos de una puñetera vez?. Porque compañeros, esto solo depende de nosotros. Las empresas y los Gobiernos van de la mano contra nosotros, y los sindicatos de siempre son sus perros fieles. De nosotros depende ponerle freno y remedio.

Ya todos sabéis que ASP se constituyó para luchar contra todo esto que hemos comentado, y que ASP es completamente diferente de todo ese entramado sindical con el que no nos identificamos. Aún queremos luchar por cambiar esta penosa situación, y aún nos queda una pequeñísima esperanza en la dignidad de los habilitados. No se puede concebir que las empresas se queden con el 80% de lo que producimos cada uno de nosotros con nuestro trabajo exponiendo nuestras vidas, y no podemos consentirlo. Tampoco que la corrupción institucional permita que miles de compañeros estén en el paro, mientras otros tantos intrusos nos usurpan esos puestos de trabajo. Ni que no podamos conciliar la vida familiar con la laboral y muchos otros atropellos que sufrimos.

Acudir en masa a las elecciones sindicales que se vayan produciendo, pero ni un solo voto a los sindicatos de clase de siempre ni a aquellos que sabéis trabajan para el patrón, así no seguirán controlando nuestras vidas y las de nuestras familias. Uniros a nosotros para hacernos fuertes. Si no queréis afiliaros por los cuatro céntimos que cuesta, al menos mostrarnos vuestra unión siendo simpatizantes nuestros, y apoyarnos.